Si las casualidades existen,
tú y yo vivimos en una constante espiral que nos atrapa poco a poco y no nos deja respirar.
Pero,
¿qué pasa si solo existen en mi cabeza?
¿si nuestras miradas encontradas, sonrisas tímidas y contactos furtivos son parte de esa amistad que me niego a reconocer?
p.
1 comentario:
Hola! Sigues por aquí?
Publicar un comentario