jueves, 31 de mayo de 2007




Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio




y le dejan divinas heridas de diamante.




Son poetas del agua que han visto y que meditan




lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.










(Federico García Lorca)

1 comentario:

La_Musa_Caliope dijo...

Me gusta mirar las gotas de lluvia sobre el cristal cuando voy en el coche, es como si todas ellas aprovechando un descuido de la gravedad y con la complicidad del viento, quisieran caer hacia arriba, volver al lugar de donde salieron.
¿Será que saben lo que hay aquí abajo?


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